No es oro todo lo que reluce, y este es el caso. Pero sólamente eso, es decir, no es de oro, incluso no sé de qué material es, pero es precioso con sus colores dorados imitando al oro. Y además es automático que significa que funciona con el movimiento, no necesita pilas, ni cuerda, sólamente el movimiento cuando lo llevas encima.
Está muy adornado, que es lo que lo hace bonito, tanto en la parte de delante como en la parte de atrás y lleva una correa que también imita a una de oro, para ponerla en tu bolsillo.
Todo el funcionamiento se controla desde la parte de arriba. Aunque cerrado se ve perfectamente la hora, puedes abrirlo pulsando el botón de arriba, que además puedes abrirlo por delante y por detrás para ver todo el funcionamiento. Para ponerlo en hora subes un poco el botón, al igual que en cualquier reloj analógico, lo cambias y lo vuelves a bajar.
En cuanto a su uso, funciona como un reloj, jaja, chiste malo. En serio, funciona muy bien y no me ha dado ningún problema. Lo recomiendo como regalo para padres y abuelos que normalmente son los que tienen nostalgia de estas cosas.
Se puede comprar aquí: Reloj de bolsillo
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