Me voy de viaje con mi pareja a ver monumentos y esta es la única forma de salir los 2 en las fotos. La otra opción es dejarle a alguien la cámara para que nos haga las fotos, pero no quiero molestar y luego el riesgo de que salga corriendo con el móvil. Ya que me gastaba el dinero quería un palo selfie que tuviera de todo y este es el que más a gustado a mi pareja.
La gran diferencia entre este palo y los demás es que trae un espejo en el que, si te gusta hacer fotos con la cámara buena, que suele ser la trasera, puedes ver aproximadamente cómo va a salir la foto. Y con los otros no sabías si estabas enfocando bien o no; era al más o menos. Además puedes poner el espejo en vertical u horizontal.
Se alarga mucho y va por tramos. El mecanismo es fácil, sacas un tramo y giras para el lado y ya tienes ese tramo fijo. Y así con todos. Y para cerrar pues giras al contrario y se queda en una raya que viene de guía.
Para hacer las fotos metes el auxiliar que trae el palo en el auxilar del móvil, cambias la configuración del móvil para que cuando pulses el botón se haga la foto y ya está. Pero ojo, que no todos los móviles son compatibles con este sistema.
El mango está acolchado de esponja y tiene el botón de hacer la foto y trae una cuerda para que te la pongas en la muñeca y no se te caiga el palo con el teléfono incluido. El material con el que está hecho el palo es rígido y parece de calidad y no es que pese mucho. Cuando se pliega cabe en cualquier parte y tiene una bolsa de transporte incluida.
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